martes, 18 de junio de 2013

El Colecho



Colecho o cama familiar
                


 ¿Qué es el colecho?
 
El colecho es compartir la cama con nuestro bebé.  Ya sea en la misma cama, en una cuna o cama supletoria adosada a la cama de los padres, o en colchones en el suelo; es una práctica extendida en nuestra sociedad, pero pocas veces comentada, ya que tiene muchos detractores quienes no ven conveniente colechar con los niños, y dependiendo de la  cultura tiende a ser rechazado por  diferentes cuestiones, entre ellas, psicológicas ya que muchos sostienen que al practicar el colecho los bebés, son más inseguros, más temeroso y que en un futuro serán  menos autónomos.

Lo cierto es que no existen datos contundentes que indiquen lo anterior, ni estudios que avalen dicha postura, por el contrario cada vez se habla más de los beneficios de esta práctica para las familias con bebés.

Desde el origen del hombre, colechamos, compartimos nuestros sitios de descanso con los bebés, fue hace unos 150 años cuando se empezaron  a construir casas con habitaciones, y se comenzó a separar a los bebés de los padres. Incluso parte de la historia cuenta que  en la edad media había  más niños que la capacidad  de los padres para alimentarles, comenzaron entonces a dispararse las muertes “accidentales” de niños por asfixia;  por lo cual la iglesia prohibió que se durmiera en la cama con los bebés para prevenir este tipo de muertes.   Obviamente compartir la cama con el bebé debe llevar en si mismo implícitas unas normas de seguridad que veremos más adelante.

El colecho se practica en muchas culturas, incluyendo a países desarrollados, la práctica en sí parece estar altamente difundida, es la percepción de esta lo que cambia según la cultura en la que nos encontremos. 
Por ejemplo, Estados Unidos suele considerarse un país reacio a la práctica del colecho, lo sorprendente es que en encuestas realizadas, aproximadamente un 44%  de los padres con bebés de entre 2-9 meses manifestaban haber dormido con sus bebés en algún momento, y un 68% de los encuestados disfrutaba de la presencia de el bebé en su cama.

En Japón la percepción cambia muchísimo, allí el colecho es la norma, culturalmente no es cuestionable compartir la cama con un bebé, además es el país con índice de muerte súbita del lactante más bajo y con uno de los índices de lactancia más altos del mundo. Al hacer la pregunta de si se compartía la cama con los bebés un 60% de los japoneses contesto que sí lo hacía.

En países como Nueva Zelanda, se sugiere compartir la habitación con el bebé al menos en el primer año de vida, como prevención del síndrome de muerte súbita del lactante que disminuye mucho cuando se practica el colecho.

El Antropólogo  James Mckenna, en un  estudio realizados en Estados Unidos en el año  1997 y publicado en Pediatrics, analizó el sueño y el comportamiento nocturno de madres y bebés que compartían la cama, con el fin de compararlos con bebés solitarios;  encontró que había una regulación importante entre madre e hijo,  ambos responden a los estímulos, su fase de sueño es menos profunda pero permite a la madre estar más alerta y al bebé mamar más y aprender a regular su respiración, esto debido a que la fase REM  en inglés (Rapid eyes movement) que se divide en 4 niveles en los cuales el sueño profundo se da entre el 3º y 4º se mantiene en una fase más superficial para permitirle al niño estar más alerta. Se dice que las madres se anticipan a los despertares del bebé unos segundos, lo que hace que se le atienda  con más eficacia y éste a su vez estaría menos tiempo despierto. Por eso al preguntar a muchas mujeres que practican el colecho cuantas veces suelen despertar en la noche, la mayoría no sabe porque en realidad no lo han hecho del todo!

El desarrollo neuronal en los bebés se realiza en fases de sueño poco profundas, por lo cual al practicar el colecho estaríamos no solo facilitando la lactancia materna, sino también el desarrollo cerebral del niño.

Según Mckenna el roce, el movimiento, la respiración, el contacto, la voz, son positivos para el bebé.

Como vemos practicar el colecho tiene múltiples ventajas:

  • La regulación de la temperatura, se ha visto que si la temperatura corporal del niño aumenta, la de la madre desciende para regular la del pequeño.
  • Contribución al óptimo desarrollo del cerebro,  ya que se favorece el desarrollo neuronal por estar más tiempo en fase de sueño no profunda.
  • Mayor conexión con la madre, ya que ésta, está más alerta a las necesidades del niño.
  • Favorece y mantiene la lactancia materna.
  • Disminución del Riesgo de Muerte súbita del Lactante,  aunque la lactancia materna por sí sola ya sería un factor protector, compartir la cama con el bebé también lo disminuiría, por favorecer la lactancia y a su vez hacer que el bebé este en fases de sueño no profundo que le permitan responder eficazmente a las apneas del sueño.
  • Mayor comodidad para los padres y más aún para la madre que amamanta.

Es necesario tener en cuenta las siguientes recomendaciones para practicar un colecho seguro:


  • No compartir la cama con un bebé cuando las personas que lo hagan estén bajo los efectos del alcohol, drogas o extremo cansancio, ya que se reduce la posibilidad de responder a las necesidades del bebé.
  • No practicar colecho si hay una  persona fumadora, ya que esto incrementa el riesgo de muerte súbita del lactante.
  • No usar mantas, sabanas o edredones muy pesados ni de tejidos muy gruesos, de pelo o sintéticos que puedan agobiar, tapar el bebé o aumentar mucho su temperatura corporal,  en invierno es preferible regular la temperatura de la casa y no saturar de ropa.
  • Si se practica el colecho con una cuna o cama adosada a la de los padres, que éstas queden al mismo nivel,  para evitar que haya espacios por donde pueda colarse el bebé y asfixiarse.
  • No utilizar colchones muy blandos.
  • No dormir con un bebé en sofás, colchones de agua, o pufs ya que el bebé puede quedarse atrapado por algún lugar y correr el riesgo de asfixia.
  • No usar almohadas o cojines que puedan asfixiar al bebé.
  • Evitar que las mascotas compartan la misma cama con el bebé.
  • En caso de obesidad extrema es mejor no compartir la cama con el bebé.
  • Si los padres duermen juntos, no ubicar el bebé en el medio. Los padres suelen tardar más en hacerse a la idea de que se comparte la cama con el pequeño.

Teniendo estas medidas en cuenta, practicar el colecho es seguro y aporta múltiples beneficios para las familias; así que como profesionales de la salud nuestro esfuerzo debe concentrarse en informar a las madres de los beneficios y  los riesgos si no se practica el colecho adecuadamente y cada familia, según sus necesidades, cultura o posturas personales tomaran la decisión que consideren adecuada para ellos.

Autor: Gestarte Maternidad y Puericultura.   http://www.parabebes.com/revista/que-es-el-colecho