Crianza con apego (attachment parenting)
De acuerdo a la teoría
del apego, los bebés establecen un fuerte vínculo emocional con sus padres, un
vínculo precursor de la seguridad y de la empatía en las relaciones personales
en la edad adulta. Un inadecuado establecimiento de un vínculo seguro en la
infancia puede conllevar a dificultades psicológicas.
La crianza con apego,
propuesta originalmente por John Bowlby, afirma que el niño tiene una tendencia
a buscar la cercanía a otra persona y se siente seguro cuando esa persona está
presente y es sensible a cubrir sus necesidades tanto físicas como emocionales.
Bowlby había propuesto en 1951 la hipótesis de que la privación materna no sólo
causaba depresión en la niñez, sino también hostilidad e incapacidad para
establecer relaciones saludables en la vida adulta. Dentro de esta teoría los
niños biológicamente están “diseñados” a estar apegados a sus padres, no sólo
para satisfacer sus necesidades sino porque son seres profundamente sociales.
Para la crianza con
apego, existen ocho principios fundamentales que promueven la vinculación
segura entre los padres y el niño. Aunque ninguno de estos principios se
derivan directamente de la investigación inicial, se presentan como prácticas
de crianza que dan lugar a una vínculo seguro. Unos padres sensibles, coherentes
en sus respuestas y disponibles emocionalmente garantizan un sano
establecimiento de la vinculación emocional.
Estos padres tratan de
comprender las necesidades psicológicas de sus hijos, con la finalidad de no
hacerse expectativas poco realistas de la conducta infantil. La disciplina para
esta filosofía toma en cuenta la edad del niño para evitar la frustración que
se produce cuando se esperan cosas más allá de la capacidad del pequeño.
Disciplina significa orientar a los niños, mostrarles las consecuencias
naturales de sus actos, la escucha, la modelización y descarta los medios
punitivos como el cachete o el tiempo fuera.
El Dr. Sears sostiene
que un bebé es mentalmente incapaz de manipular para conseguir la atención de
sus padres.
La crianza con apego
no significa que un niño no pueda por sí solo satisfacer sus necesidades,
estará capacitado para ello en la medida que sus padres sean sensibles cuando
estas surgen. Estas necesidades hay que entenderlas en el tiempo, como surgen,
como cambian, cuales son sus circunstancias. Los padres deben ser flexibles e
idear formas de responder a ellas adecuadamente siempre bajo un clima amoroso y
conciliador. Por ejemplo, el bebé que pide estar en brazos, simplemente lo
necesita y no lo pide porque “es un mañoso”, si esta necesidad está satisfecha,
el bebé más adelante se sentirá seguro al comenzar la etapa del gateo, no
pedirá tanto estar en brazos, pero surgirán otras necesidades acordes con su
etapa evolutiva.
Los niños a los cuales
se les cría con desapego buscarán a lo largo de su vida otras formas de cubrir
las necesidades dando lugar lamentablemente a trastornos mentales y sociales.
Los ocho principios
fundamentales
Los norteamericanos se
refieren a ella como “attachment parenting”, una filosofía de crianza en donde
los padres establecen una sólida conexión emocional con sus hijos Un estilo de
paternidad basada en la receptividad hacia las necesidades emocionales del niño
con la finalidad de desarrollar la confianza de que sus necesidades emocionales
serán satisfechas. Como resultado, esta conexión segura ayuda al niño tener sus
propias relaciones seguras, empáticas y pacíficas.
Según esta filosofía
de crianza hay ocho ideales para conseguir esa conexión emocional y segura:
1. Prepararse para el
nacimiento del bebé.
2. Comprender y
responder de forma sensible a las necesidades emocionales del niño.
3. Lactancia materna.
4. Cargar en brazos al
bebé.
5. Compartir el sueño.
6. Evitar las
separaciones frecuentes o prolongadas.
7. Usar la disciplina
positiva.
8. Mantener una vida
familiar estable.
En el sitio Web
Attachment Parenting Internacional puede descargarse un documento (en español)
con los ideales ampliados de esta filosofía de crianza.
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